Eventos digitales: cómo evitar la saturación del público

En los últimos años, ya se había venido anticipando la hegemonía de los medios digitales en las nuevas formas de comunicación. A raíz de esta última pandemia, el fenómeno se ha acelerado decididamente, con lo cual muchas empresas se han visto obligadas a migrar de manera casi abrupta al mundo virtual para dar a conocer sus productos o servicios.

En los últimos meses se ha visto la proliferación de eventos digitales, que van desde webinars hasta debates virtuales. Esto responde, claramente, a la necesidad de poner en vitrina las marcas con el propósito de seguir vendiendo.

No obstante, la realización de estas actividades debe ir acompañada de una estrategia comercial y de comunicación definida, de manera que no se sature al público y no se caiga en la trivialización de los contenidos. La experiencia ordinaria indica que cuando hay una sobreexposición de la marca mediante eventos digitales y no se tiene una justificación clara, el público tiende a desechar estos contenidos y terminar por “adoptar” una nueva marca.

Precisamente por eso es necesario determinar de manera acotada la cantidad de eventos digitales que se harán y siempre que vayan acordes con los fines comerciales. Para eso, se debe de tener en cuenta lo siguiente:

  1. El objetivo comercial: ¿qué se pretende con esta actividad: vender o dar a conocer la marca, producto o servicio?
  1. El público al cual se quiere llegar: aunque de por sí la marca tiene ya un target definido, cada actividad que se haga debe estar segmentada, pues será más fácil comunicar los mensajes.
  1. El beneficio para el público: para que la actividad programada tenga éxito, debe ofrecer un beneficio a las personas que la vean. Este beneficio puede ser funcional, emocional o racional. Si el público no percibe una utilidad, como el aprendizaje en un taller, o una satisfacción personal, como el deleite que se consigue escuchando un concierto en vivo, entonces no reproducirá la transmisión, por muy interesante que pueda ser el tema. Este punto es tan importante, pero muchas veces los organizadores olvidan considerarlo.