CONTENT IS THE KING, BUT CONTEXT IS THE QUEEN

Bill Gates dijo hace muchos años que “el contenido es el rey», y tenía razón. En la actualidad, el contenido desempeña un papel crucial en prácticamente todo, y con el avance del internet se dio lugar a una nueva vertiente del marketing, cuya relevancia para las marcas es una confirmación del poder del contenido de calidad.

 
Sin embargo, la creación de contenido por sí sola no garantiza el éxito para una marca. El contenido necesita un plan de distribución efectivo para que realmente impacte en el ámbito del marketing.
 

Si el contenido es el rey, el contexto puede considerarse la REINA. 

 
Así como necesitas que tu rey esté en posición para ganar una partida de ajedrez, contar con la reina en juego aumenta tus posibilidades de éxito. 
 
El contenido abarca diversos materiales que pueden compartirse con la audiencia, como publicaciones de blogs, videos, anuncios de productos, descripciones de productos, estudios de casos, entre otros. 
 
El contexto, por otro lado, se refiere al entorno o circunstancias en las que una persona se encuentra al consumir tu contenido, le otorga significado. Este contexto puede originarse en diversos factores, como la hora del día, el lugar de trabajo de una persona o el conocimiento previo que tenga sobre tu campaña.
 
El marketing contextual consiste en entregar el mensaje adecuado a la persona indicada en el momento oportuno. Es más crucial que el marketing de contenidos por sí solo, ya que estamos expuestos diariamente a una cantidad abrumadora de contenido, haciendo que muchas veces los impactos pierdan efectividad.
 
El marketing contextual añade una dimensión nueva al contenido, permitiendo que las personas se conecten a un nivel más personal. Incorporar el contexto relevante en cada campaña es esencial. Para ello, se deben seguir pasos como conocer a fondo a tu audiencia, identificar los obstáculos y debilidades, crear contenido de apoyo específico para superar esos obstáculos, y utilizar etiquetas de personalización o funciones dinámicas.
 
Algunos ejemplos claros son los correos electrónicos de abandono de carrito, los formularios inteligentes y los estudios de casos dirigidos según el comportamiento del usuario.
 
Finalmente, aunque la premisa de que «el contenido es el rey» es atractiva, su contexto original revela, de alguna forma, la visión profética de Gates. La atención personalizada y gratificante sigue siendo esencial para captar la atención de la audiencia en un mundo saturado de contenido, y es aquí donde el marketing de contenidos se transforma en marketing contextual.
 
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